Se celebra el 8 de Mayo y consiste en el traslado al Monasterio de Valvanera para venerar a su imagen, a su vez patrona de La Rioja. Lo tradicional, sobre todo si acompaña el tiempo, es hacer la ida a pie suponiendo una caminata de unas tres horas y media monte a través con almuerzo incluido en la majada de Campo las Brujas. El regreso se hace en autobús, previamente contratado por el Ayuntamiento y costeado a medias con los viajeros, parando a merendar en la Fuente de la Autana y entonando diversas canciones, entre ellas este himno a la virgen:
Viva la Virgen de Valvanera,
que en nuestro pueblo tiene su altar,
y reine siempre triunfante Cristo
en nuestro pueblo noble y leal.
Desde hace unos años la extinta Asociación Picayo estableció la costumbre, que aún permanece, de subir al santuario a mediados de agosto.